Reducir el desperdicio de alimentos es una forma importante de ahorrar dinero y reducir el impacto ambiental. A continuación os dejamos algunos trucos y consejos para ayudarte a combatir el desperdicio de alimentos:
Planifica tus comidas:
- Planifica tus comidas con antelación, incluyendo desayunos, almuerzos y cenas.
- Haz la lista de la compra basándote en tu planificación y compra solo lo que necesites. Existen aplicaciones como Bring! para planificar tu lista de la compra. También puedes utilizar las notas de tu teléfono o descargarte el planner que hemos preparado si prefieres imprimirlo y tenerlo en la cocina.
Almacenamiento adecuado:
- Almacena los alimentos perecederos, como frutas y verduras, en el refrigerador de manera adecuada para prolongar su vida útil.
- Utiliza recipientes herméticos para mantener la frescura de los alimentos.
Rotación de productos:
- Coloca los productos más antiguos en la parte delantera de la despensa o el refrigerador para asegurarte de que se consuman antes, así evitaremos consumir primero los productos nuevos.
- Coloca los productos más antiguos en la parte delantera de la despensa o el refrigerador para asegurarte de que se consuman antes, así evitaremos consumir primero los productos nuevos.
Compra a granel con moderación:
- Comprar en grandes cantidades puede ahorrar dinero, pero solo si estás seguro de que podrás usar todo antes de que se eche a perder.
- Comprar en grandes cantidades puede ahorrar dinero, pero solo si estás seguro de que podrás usar todo antes de que se eche a perder.
Aprende a interpretar las fechas de caducidad:
- Familiarízate con las etiquetas de «caducidad» y «consumir preferentemente antes de» para no tirar alimentos que sigan siendo seguros para comer después de la fecha de caducidad.
- ¿Qué alimentos suelen tener la etiqueta de «consumir preferentemente antes de»? Alimentos enlatados, alimentos secos envasados, productos envasados al vacío, productos horneados y dulces, entre otros. Es importante recordare la fecha de «consumir preferentemente» es más una guía de calidad que una indicación de seguridad alimentaria. Usa tus sentidos para evaluar si un alimento es seguro para comer después de esa fecha. Si un alimento parece estar en mal estado, tiene un olor desagradable o su textura no es la habitual, es mejor desecharlo en lugar de consumirlo.
Haz un uso creativo de los sobrantes:
- Utiliza sobras para crear nuevas comidas. Por ejemplo, las verduras sobrantes pueden convertirse en una sopa o una tortilla.
- Congela las sobras que no puedas comer de inmediato.
Compostaje:
- Si tienes sobras que no se pueden consumir ni congelar, considera el compostaje como una forma de reducir la basura y enriquecer tu suelo. ¿Qué se puede comportar? Frutas y verduras, cáscaras de huevo (preferiblemente trituradas), posos de café y bolsas de té (sin etiquetas ni grapas), productos de panadería, restos de alimentos cocidos, cáscaras de frutos secos y restos de alimentos no procesados.
¿Qué no debemos compostar? Es importante evitar ciertos alimentos en el compostaje, ya que pueden atraer plagas o causar problemas de compostaje. Estos alimentos son: carnes y productos lácteos, grasas y aceites en grandes cantidades, heces de animales, plantas enfermas o plagadas.
- Si tienes sobras que no se pueden consumir ni congelar, considera el compostaje como una forma de reducir la basura y enriquecer tu suelo. ¿Qué se puede comportar? Frutas y verduras, cáscaras de huevo (preferiblemente trituradas), posos de café y bolsas de té (sin etiquetas ni grapas), productos de panadería, restos de alimentos cocidos, cáscaras de frutos secos y restos de alimentos no procesados.
Controla las porciones:
- Sirve porciones adecuadas para evitar que sobre comida en el plato.
- Sirve porciones adecuadas para evitar que sobre comida en el plato.
Sé consciente de las compras impulsivas:
- Evita comprar alimentos solo porque están en oferta si no los necesitas realmente.
- Evita comprar alimentos solo porque están en oferta si no los necesitas realmente.
Apoyo a la economía local:
- Compra productos frescos en supermercados locales para reducir la distancia que los alimentos deben viajar antes de llegar a tu mesa.
- Compra productos frescos en supermercados locales para reducir la distancia que los alimentos deben viajar antes de llegar a tu mesa.
Comparte con otros:
- Si tienes alimentos no deseados pero aún comestibles, considera donarlos a bancos de alimentos o amigos y vecinos.
- Si tienes alimentos no deseados pero aún comestibles, considera donarlos a bancos de alimentos o amigos y vecinos.
Utiliza la creatividad en la cocina:
- Experimenta con recetas que te permitan utilizar ingredientes que están a punto de vencer.
- Experimenta con recetas que te permitan utilizar ingredientes que están a punto de vencer.
Consume las partes no convencionales de los alimentos:
- Aprovecha partes de alimentos que generalmente se desechan, como hojas de zanahorias o cáscaras de plátano, en recetas creativas.
- Aprovecha partes de alimentos que generalmente se desechan, como hojas de zanahorias o cáscaras de plátano, en recetas creativas.
Sé consciente de tus hábitos de consumo:
- Reflexiona sobre tus hábitos alimenticios y compra solo lo que puedes consumir.
Reducir el desperdicio de alimentos es una forma efectiva de ahorrar dinero y contribuir a la sostenibilidad ambiental. Al implementar estos consejos y trucos en tu rutina diaria, estarás dando un paso importante hacia la reducción del desperdicio de alimentos.